domingo, 17 de mayo de 2009

Muerte en Sanlúcar 4: Boabdil


Hola soy Boabdil, hace tres días "que los espíritus que quisieron comunicarse en vida y no pudieron" me dejaron enfrente de Bajo de Guía, en la otra orilla de la desembocadura del río Guadalquivir, ubicando la Alhambra de Granada y a mí de pasajero en el Coto de Doñana, enfrente de la bonita ciudad de Sanlúcar de Barrameda.
Aún hoy no salgo de mi asombro, cuando me dí cuenta de que el Real Fernando era un barco, pues al otro (el Rey) se lo había llevado "el tiempo ladrón" hace cinco siglos.
Cuando crucé el río había dos chinos agarrados de la mano, y con la boca abierta, y un tío con los mofletes muy inflamados, que me miraban sorprendidos. Luego, cuando los conocí, me resultaron muy simpáticos; a su alrededor el caos era total.
Cuando se enteraron de mi presencia, el Ayuntamiento en Pleno, encabezados por su alcaldesa, me dieron las llaves de la ciudad. Y un señor un poco nervioso por la emoción, que decía que era de no se qué partido andalucista, me clavó, con la mejor de sus intenciones, una banderita en el pecho, pero su temblorosa mano hizo que el alfiler atravesara la tela y entrara en mi piel; entonces, para mi sorpresa, me dijo:¡Andalucía le da la bienvenida!. Y yo, controlando el dolor que me producía el alfiler de la banderita, y con una lágrima encontrada en la arena de un desierto de estrellas que en ese momento corría por mi mejilla, le dije: ¡¡Alá es grande!!.
Me he dado cuenta que existe una moneda única en varios países. Anda que si los espíritus me traen dentro de cinco siglos más, a lo mejor nadie me hubiese clavado una banderita en el pecho, pues estoy seguro, que viviríamos en un mundo federal y unido por lengua, moneda y el respeto a las tradiciones históricas de cada lugar del planeta.
Veo claro, después del salto de cinco siglos, que los próximos serán los últimos coletazos de este absurdo.
Cuando pienso en la soledad que sentí en mi exilio, me doy cuenta que mi amor, al igual que los que amaron esta tierra, era Andalucía. Independiente al paso del tiempo y eterno en el calor de los recuerdos del destino de las poesías que riman solas, unas con otras, enlazadas por el soplo de la pasión.
Duermo en el periódico del pueblo con los turistas de la Estatua de la Libertad y los de la Torre Eiffel. Cristina la directora ya le ha dicho a su jefe que necesita un periódico más grande, pues estamos ya un poco estrechos.
He tenido ocasión de enterarme de la razón de nuestro viajecito y de meterme en vuestra web. ¡¡Qué bello sueño!!.
La creación de una disciplina escolar exclusiva, desde muy temprana edad, para educar a los niños en la aceptación de imágenes actualmente rechazadas.
Creo sinceramente que vuestra futura disciplina ayudaría, sin ser la única causa de la incomunicación la corriente cultural, a que las demás cayeran como fichas de dominó o, al menos, fuesen analizadas y estudiadas con mayor claridad.
Este "Ayudaría" sería importantísimo para:

La integración y aceptación de las imágenes de los discapacitados.
Una mejor predisposición psicológica a la hora de recibir vuestros tratamientos médicos.
Crear una mejor comunicación alrededor del enfermo y los discapacitados, y en el interior de ellos mismos.

Hoy he salido a dar un paseo por la playa con los amantes chinos y la señora de los mofletes gordos, que se ha comprado un traje de flamenca de lunares y una peluca pelirroja y no se los quita ni para dormir.
La playa estaba muy concurrida de bañistas, y aunque llamábamos la atención paseando por la misma, yo con mi chilaba, la señora con el traje de lunares y los turistas chinos con sus kimonos, creamos una imagen no rechazada por ser muy original.
De repente nos hemos encontrado con una esfinge que los espíritus habían dejado en la playa, y los amantes chinos dijeron a dúo:¡¡Menos mal que no han viajado con elas tulistas!!. Pero cuando seguimos andando, vimos alucinados como de una pirámide salía una momia subida a un burro y que adelantaba a tres jinetes profesionales. Entonces pensamos ¡éste es el símbolo de vuestra idea!. Una cultura antigua que durante siglos y siglos nos ha llevado a la marginación del más débil, de la imagen de menos salud, de la menos bella, y ahora estaba subida en el burrito Platero, que soñó Juan Ramón Jiménez, que sería nuestra futura disciplina escolar, y en cuyo lomo tendría que soportar y contrarrestar la vieja y momificada corriente cultural.
Como ya le he contado a los chinos y a la señora de los mofletes, hoy comprendo la razón "de los espíritus que quisieron comunicarse y no pudieron", y veo claro que tantos siglos y siglos de cultura no se pueden cambiar en un periodo corto de tiempo; y que además se merecen una dedicación exclusiva en los colegios, por la importancia de sus repercusiones.
Si no hemos recibido nosotros, los adultos, dicha educación de pequeños, ¿cómo la podemos dar?, ¿cómo se puede dar lo que no se tiene?; si no es creando una corriente multidisciplinar, pues la cultura está formada por las mismas disciplinas de evolución y observación, y además creando en los corazones de los niños vuestros queridos anticuerpos culturales.
Un beso sin frontera para todos.
Boabdil

M.A.D.E.
Próximo capítulo: La Momia

2 comentarios:

  1. Hola, soy la momia. Me han tratado muy mal y pronto tendré muchas cosas que decir. Dedidle a Paco Madame, el estupendo artista peluquero de Sanlúcar de Barrameda, por cuyas manos han pasado muchas famosas (Lola Flores, Rocío Jurado, etc.), que pronto me pasaré por su establecimiento y podré disfrutar de su arte, pues necesito urgentemente una peluca.

    ResponderEliminar
  2. Me duele el alma, me duele mi amor por tí. Me duele el placer que soñé en un paraiso que nunca existió, me duele la gracia de la fealdad del deseo que nunca ocurrió, me dueles tú... mi amor.

    ResponderEliminar